Castro de Castilnegro
Aparatosas murallas dispuestas en dos líneas concéntricas, completadas en algunos puntos por una tercera. Dos líneas defensivas exteriores que servían de corte en un posible acceso. Tres puertas diseñadas para hacer imposible la entrada en bloque de un contingente enemigo. El resto de las defensas de la pequeña «acrópolis» (6 hectáreas) era la propia naturaleza en forma de lapiaces y paredes de roca inabordables.
Fue habitado al menos entre los siglos VI-II a.c. Asomado a la bahía de Santander y a los valles intermedios del Miera y conectado visualmente con otros poblados fortificados cántabros. Castro de Castilnegro (Medio Cudeyo-Liérganes).
Foto y texto de https://www.facebook.com/thcantabria