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LOCALIZACIÓN
El Palacio de Velarde, también llamado Palacio de las Arenas, se encuentra en pleno centro histórico de la villa de Santillana del Mar, al norte, en la plaza de las Arenas, frente al flanco oriental de la histórica Colegiata de Santa Juliana. Se trata de una de las joyas arquitectónicas más significativas de la villa medieval.
ARQUITECTURA
El edificio fue construido en a mediados del siglo XVI por el caballero Alonso de Velarde y es de estilo renacentista, descrito por los expertos como de transición del gótico al renacimiento. Sus obras se concluyeron en 1556. Destaca por sus ventanas ritmadas y su coronación de pináculos decorativos.
Se trata de un inmueble de planta rectangular, que tiene tres alturas y ático. En su fachada principal, se aprecia el espléndido escudo de la familia Velarde, los balcones de forja y el soportal. Es uno de los más emblemáticos del conjunto histórico local.
En sus orígenes, el palacio perteneció a la familia Velarde, pero más tarde fue morada de escritores, príncipes o condes. Se sabe que una de sus propietarias posteriores al linaje Velarde, María García de la Llata, lo vendió por 15.000 pesetas en 1915 al escritor catalán Ricardo León, quien residió allí durante varios años hasta que pasó a manos de los Duques de Parcent, pasando años después al príncipe Hohenlhoe, de descendencia alemana, casado con una hija de los duques de Parcent. El hasta ahora propietario, descendiente de un médico de Torrelavega, lo poseía desde hace 35 años.
En cuanto a su estructura, es un edificio de planta rectangular, de tres alturas y zona abuardillada en su fachada frontal. Destaca el antepecho de la estancia principal, el salón de la primera planta, enmarcado en un balcón de decoración plateresca, y el escudo del linaje Velarde.
En la fachada trasera se puede contemplar un hastial escalonado característico de los palacios del siglo XVI de la comarca, como tienen o han tenido los palacios cercanos de Mijares, Queveda, Villanueva de la Peña, el desaparecido de Cortigüera y la Casa del Águila y la Parra, en la misma Santillana. Además, una vez dentro destaca también el mobiliario que conserva la decoración de la época.
«Aquí está la Edad Media hecha poema y símbolo en la imagen esbelta, soñadora, espiritual de Santa Illana, encarnación del misticismo heroico, aventurero, apasionado en la edad de hierro del Cristianismo», destacó sobre el palacio uno de sus moradores, el escritor Ricardo de León, quien también lo describió como «un libro magnífico de piedra del que cada página es un pedazo de historia, un capítulo de leyenda, una anécdota peregrina».
Hay otras referencias en la literatura que rodean y abundan en la fantástica leyenda de este inmueble y el conjunto histórico de la villa. Así, el historiador Enrique Lafuente Ferrari también se inspiró en estas estancias para destacar «la densa huella» que dejó la humanidad en la villa de piedra y «las obras de arte del hombre, la que se posa y concentra, callada, sobre las formas y las piedras, la que es capaz de quedar flotando en el ambiente de una ciudad que, en su reposo, guarda el perfume de otros modos de ser, de otros ritmos y hábitos de vida».
ACTUALIDAD
En julio de 2018 saltó la notica que el edificio había sido comprado por un empresario mexicano que invertirá en su recuperación para convertir el palacio en un hotel. Así pues se transformará en un majestuoso hotel cuando sea preparado para tal fin por un empresario mexicano, con orígenes en el pueblo Riva de Ruesga, que acaba de finalizar las gestiones de su compra.
Las gestiones para realizar la venta han corrido a cargo de la Inmobiliaria Montaña y, hasta el momento, sólo ha trascendido que el comprador ha adquirido este bien protegido a los descendientes de un médico de Torrelavega, además de adelantar que se hará una importante inversión para conservar y adaptar al edificio al fin hostelero citado. Un destacado y ambicioso proyecto de restauración que se dará a conocer «en su momento», según adelantan.
Desde el Ayuntamiento se ha recibido con agrado la noticia, aunque se precisa que, en todo caso, se trata de una transacción de carácter privado. «Estamos encantados de que lo mantenga alguien», afirmó el teniente de alcalde de Santillana, Ángel Rodríguez, quien incidió en que se trata de uno de los palacios «más importantes» del amplio patrimonio local. El responsable municipal destacó además que el inmueble «hasta ahora estaba bien cuidado».
Se trata de un inmueble protegido dentro del conjunto histórico y el plan de protección especial de Santillana del Mar, por lo que su restauración tendrá que someterse a la normativa vigente.