Qué ver en Arenas de Iguña
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LOCALIZACIÓN
Esta iglesia de estilo neoclásico que más parece un templo griego se encuentra en Las Fraguas, dentro del municipio de Arenas de Iguña, y dentro de la finca del Palacio de Hornillos.
El templo se alza imponente sobre el promontorio que le da nombre, San Jorge.
HISTORIA
El edificio data de 1890, año en el que fue mandada construir por los duques de Santo Mauro, los mismos que mandaron construir el propio palacio de los Hornillos, sobre las ruinas de una ermita medieval. Los duques, lo donaron al pueblo de Las Fraguas. Dicen en el pueblo que durante la Guerra Civil española fue utilizado como cárcel.
ARQUITECTURA
Es conocida popularmente con el nombre de Partenón por su parecido a los templos de la Grecia clásica. Se trata de una capilla-panteón de estilo neoclásico puro de planta rectangular y con cuarenta columnas de orden corintio que rodean el edificio. Es un claro ejemplo del historicismo de la época ( se trata de un movimiento que imitaba los estilos arquitectónicos de otras épocas a los que incorporaban algunas características culturales de ese siglo).
Consta de arquitrabe, cornisa de billetes y frontón triangular y es uno de los muy pocos edificios neoclásicos de toda Cantabria y también uno de los más importantes.
Hoy en día sirve como iglesia parroquial de Las Fraguas.
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LOCALIZACIÓN
El Palacio de Las Fraguas o Palacio de Hornillos se encuentra en la localidad de Las Fraguas, perteneciente al municipio de Arenas de Iguña. Se trata en realidad de dos palacios situados en una misma finca de 60 hectáreas, la más extensa de Cantabria. Dentro de la propia finca, se encuentra también la Iglesia de San Jorge.
HISTORIA
El primer palacio data de finales del siglo XVIII y fue mandado construir por la duquesa de Cilleruelo, Rafaela Ortiz Mioño. Posteriormente, en 1840.
El segundo palacio lo construyó el arquitecto inglés Ralph Seden Worman por orden del duque de Santo Mauro, Mariano Fernández de Henestrosa, jefe de palacio de Alfonso XIII, entre 1897 y 1904.
En 2007 se reinauguró después de una respetuosa rehabilitación por parte del arquitecto Luis Castillo y el paisajista Luis González Camino por orden del duque de San Carlos, Álvaro Fernández Villaverde Silva, actual propietario del inmueble con el fin de poder alquilarse para eventos diversos como bodas, fiestas privadas, convenciones empresariales, etc.
A partir del año 2001, la fama del palacio creció por ser el lugar de rodaje de la película de Alejandro Amenábar, «Los Otros».
ARQUITECTURA
Se trata de un inmueble de varios cuerpos de estilo pintoresquista inglés (basado en la arquitectura rústica medieval inglesa y debido a la influencia de su arquitecto) y que, de hecho, influyó notablemente en el posterior Palacio de la Magdalena de Santander.
El primer palacio, que no pertenece al mismo estilo que el segundo, fue construido en piedra de mampostería y sillería y tiene un entrevigado de madera.
Los diferentes edificios que constituyen el conjunto constan de diferentes tipos de construcción en sus fachadas: muros de sillería y mampostería en la vivienda principal y ladrillo y entramado de madera en las cocinas y establos.
Además, en todo el conjunto destaca una torre levemente destacada por encima del resto de edificios y una gran arcada de cinco vanos.
En el palacio se pueden observar también dos esculturas de principios del siglo XVII obra del escultor soriano Gabriel de Pinedo. Fueron trasladadas a principios del siglo XX desde el Palacio de los Acebeyos de Hoznayo y representan a los hermanos Juan Bautista y Fernando de Acebedo. Fueron declaradas bien de interés cultural en 2006.
En las inmediaciones y dentro de la finca, en el bosque, existe una torre vigía almenada de tres alturas y un pequeño edificio medievalista.
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LOCALIZACIÓN
Esta pequeña iglesia se encuentra en la localidad de Bostronizo, dentro del municipio de Arenas de Iguña, en la comarca del Besaya. Su acceso no es fácil, ya que se encuentra en una hondonada perdida en los montes de Bostronizo, sin embargo, desde la localidad está indicado el camino a la ermita que está a 3,5 kms. por una carretera sin asfaltar.
HISTORIA
No se tiene documentación alguna que confirme la fecha de construcción del edificio, aunque se cree que data del siglo X como resultado de las sucesivas oleadas de mozárabes que llegaban del al-Ándalus, huyendo de las sucesivas persecuciones desatadas por Mohamed II y Abderramán III. El primer documento conservado que nos permite comprobar la existencia de este convento, data de 1119. Es una escritura por la que la reina Urraca donó este monasterio de San Román al monasterio burgalés de Santo Domingo de Silos. Pertenecía al Monasterio de Moroso, que gozaba de gran importancia en la Alta Edad Media.
La primera información fidedigna que tenemos de la existencia de esta ermita data de 1119, año en el que la reina Doña Urraca de Castilla dona la propiedad al Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos).
Esta información ha dado lugar a la aparición de numerosas leyendas sobre la ermita y sobre la supuesta estancia de la reina Doña Urraca, haciéndose eco la tradición de una Urraca enterrada en la propia ermita.
Esta iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1931.
ARQUITECTURA
Estamos ante una iglesia de pequeñas proporciones (no supera los 12 metros de largo ni los 6 de ancho), pero de construcción noble y de gran calidad, destacando la perfecta adecuación de los dos volúmenes que la forman y la regularidad de sus proporciones.
Se trata de un inmueble construido en piedra de sillería en las esquinas y sillarejo en el resto de la fábrica. Aunque siempre se le ha considerado de estilo mozárabe, la historiografía moderna es partidaria de adscribir la ermita al estilo denominado arte de repoblación.
Pasemos a hablar de los dos volúmenes que hemos dicho que forman la construcción. La nave principal consta de una portada con arco de herradura orientada al norte, cosa muy poco habitual que solo puede verse en otro ejemplo en toda España. A este arco le faltan las columnas y capiteles. Esta gran nave principal rectangular, tiene techumbre de madera y cubierta a dos aguas. La poca luz natural que entra en la estancia lo hace a través de dos estrechas ventanas rectangulares.
Adherida a esta nave tenemos un pequeño ábside rectangular cubierto con bóveda de cañón al que se entra por el interior por un arco triunfal de herradura con cimacios escalonados al que también le faltan las columnas. En el muro de dicho ábside se puede observar un pequeño vano monolítico también en forma de arco de herradura enmarcado en cruz patada.
En el exterior, destaca la espadaña que remata la fachada del ábside, orientada al este, con doble tronera de arco de medio punto y que, probablemente, se añadió en el siglo XVIII. También en el exterior, y en el apartado decorativo, podemos destacar los bellos modillones de lóbulos que rematan los muros, sosteniendo el alero, y que llevan decoración de flores de cuatro y seis pétalos y esvásticas.
En 1980 se empezaron a llevar a cabo los trabajos de restauración dado el mal estado de conservación en que se encontraba la ermita. Durante esta restauración, se localizó en su entorno una necrópolis altomedieval, que en seguida se comenzó a excavar para encontrar tumbas de lajas y enterramientos en sarcófagos.
La obra es una sólida edificación de piedra de sillería con piezas bien labradas y unidas casi siempre sin argamasa. Los muros constan de dos paramentos, uno interior y otro exterior, separados por una cámara interior de mampostería.
Las hiladas se conforman regularmente con la disposición de los sillares “a soga y tizón”. El ábside se orienta al Este como es tradicional, pero la puerta de ingreso se abre al Norte, debido a la morfología del terreno. Las restantes edificaciones de la zona, se orientan al Este por ser el lugar más llano. Esta puerta ha sido reconstruida, por lo que es muy probable que su aspecto actual, no sea el original.
La escasa decoración que presenta el templo se concentra en la ventana frontal de ábside y en los modillones que sostienen el alero del tejado. Por otro lado, hay que hacer mención de la separación existente entre el ábside y la nave, la escasa presencia de vanos y su estrechez para no menguar la solidez del muro, y la perfecta talla de la piedra de sillería. Los pequeños huecos cuadrados presentes en los muros son resultado del apoyo del andamiaje de madera utilizado para su construcción y que sirven posteriormente para airear y evitar humedades en los muros. El interior consta de dos espacios: el presbiterio y la nave. Como toda iglesia mozárabe, es posible que dispusiera de un cancel de separación entre ambos espacios.
La saetera en forma de ojo de cerradura, iluminaría directamente la mesa del altar. El arco triunfal de herradura ha sido reconstruido, por lo que no se pueden percibir las huellas o soportes para colocar las cortinas y las lámparas, que en el rito mozárabe, separaban el presbiterio de la nave. Estas cortinas se cerraban en el momento de la consagración, al que solo podían asistir los clérigos La nave rectangular es notablemente alta y se cubre con armadura de madera. La iluminación consistía en dos estrechas saeteras, produciendo un espacio oscuro y místico. Es muy probable que en su diseño se utilizase la vara castellana. Existe una nítida relación entre este templo y el siguiente, la parroquia de Helguera, con una decoración más tosca, en este último, pero también de una bella factura.
Fotos de la Ermita de San Román de Moroso en Bostronizo