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La Iglesia Rupestre de la Virgen del Carmen la podemos encontrar a menos de un kilómetro de la localidad de Ruerrero, en el barrio de Cadalso, al pie de la carretera que lleva a San Martín de Elines, capital del municipio de Valderredible.
Esta pequeña ermita se cree que fue construida durante la Alta Edad Media (entre los siglos VII y X) y fue declarada en el año 1983, Bien de Interés Cultural.
Se trata de una iglesia rupestre de una sola nave con planta rectangular y cubierta por una bóveda de cañón imperfecta, a la que está unida a través de un arco triunfal de medio punto, un ábside de planta casi rectangular y cubierto por una irregular bóveda que se acomoda a las formas de la roca.
La puerta de acceso a la iglesia se abre en el muro sur y se encuentra rematada por un arco de medio punto. Al exterior de la ermita, se abren dos ventanas, una de forma circular, y otra rectangular, probablemente, no originales; únicamente parece original el vano abocinado abierta en la fachada de la nave, hoy en día cegado.
La fachada conserva huellas de repiqueteado, lo que ha hecho suponer a algún autor, la posible existencia de un porche.
La iglesia tiene, además, reformas y añadidos posteriores mucho más modernos, como son la espadaña, la mesa del altar o las ventanas de las que hemos hablado.
Por encima de la iglesia se encuentran dos tumbas excavadas en la roca, de clara tipología altomedieval. Una de ellas se caracteriza por tener un contorno antropomorfo y la otra, rectangular.
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La Iglesia Rupestre de Campo de Ebro se encuentra en el pueblo de Campo de Ebro, dentro del municipio más meridional y extenso de Cantabria, Valderredible.
Esta pequeña ermita rupestre fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1985, y su encanto se encuentra, no sólo dentro de la propia iglesia, sino también en todo el entorno que la rodea, con la bella iglesia parroquial de Campo de Ebro y unas hermosas vistas de gran parte del valle de Valderredible.
Se trata de un templo de una sola nave de planta rectangular alargada, con un ábside de planta cuadrangular, con sus ángulos redondeados, y que se cubre con una imperfecta bóveda de horno. Un banco tallado en la roca la recorre todo su perímetro interno tanto las paredes de la nave, como las del ábside y el arco toral. En su techo conserva un saliente rectangular, posible resto de un gran pilar central. El ábside está un poco más alto que la nave, por ello se separan ambas habitaciones con un escalón.
La iglesia rupestre se encuentra normalmente cerrada al público, pero eso no impide que se pueda ver su interior de forma sencilla a través de las rejas de la puerta y la ventana, debido a su pequeño tamaño.
El origen de la ermita es difuso y existen diferentes teorías al respecto. Por un lado, están los que creen que fue construida durante la primera cristianización de la zona, a finales del siglo VI y principios del VII; y por otro lado, están los que la ubican en el período de la repoblación, entre los siglos VIII y X.
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Es el municipio más meridional de la comunidad autónoma de Cantabria (España). Limita al norte con Valdeprado del Río, al este y sureste con la provincia de Burgos y al oeste suroeste con la provincia de Palencia, ambas pertenecientes a Castilla y León. Valderredible está situado en la comarca de Campoo-Los Valles y por él discurre el río Ebro. Con 303,74 km2 es el municipio de Cantabria con mayor extensión.
Historia
Se han encontrado distintos yacimientos del Neolítico y de la Edad de Bronce como el de Salcedo, pinturas rupestres esquemática en Ruanales, monumentos megalíticos como el menhir (llamado Lanchahincada) en San Martín de Elines o los campus de túmulos en las estribaciones de la Lora. También existen variados vestigios de ocupación romana como la villae de Santa María de Hito, de época bajo imperial, bajo una importante necrópolis de época visigoda y altomedieval que deparó abundante material arqueológico de alto valor patrimonial.
En la Alta Edad Media (hacia el siglo X), la zona ya era conocida como Val de Ripa Hibre (castellano antiguo: Valle a orilla del río Ebro, de donde deriva el nombre actual de Valderredible) y debía de estar bastante poblada, a juzgar por la abundancia de núcleos de población, ermitas rupestres como «los Ventanos» en Villamoñico, enterramientos excavados en roca arenisca de forma antropomórfica y restos cerámicos datados en la época. A partir de los siglos XI y XII comienzan a construirse las abundantes iglesias románicas de la comarca, que enlazan con la tradición constructiva del románico rural de las comarcas nortepalentinas y burgalesas.
Valderredible estuvo integrado en la Merindad de Campoo hasta que, en 1633, sus vecinos consiguieron el derecho a tener alcaldes designados por la autoridad real de entre ellos. En el año 1835 obtuvo el rango de municipio.
Este municipio está compuesto por las localidades de Allén del Hoyo, Arantiones, Arenillas de Ebro, Arroyuelos, Bárcena de Ebro, Bustillo del Monte, Cadalso, Campo de Ebro, Castrillo de Valdelomar, Cejancas, Coroneles, Cubillo de Ebro, Espinosa de Bricia, La Puente del Valle, Loma Somera, Montecillo, Navamuel, Otero del Monte, Población de Abajo, Población de Arriba, Polientes (Capital), Quintanasolmo, Quintanilla de An, Quintanilla de Rucandio, Rasgada, Rebollar de Ebro, Renedo de Bricia, Repudio, Revelillas, Riopanero, Rocamundo, Ruanales, Rucandio, Ruerrero, Ruijas, Salcedo, San Andrés de Valdelomar, San Cristóbal del Monte, San Martín de Elines, San Martín de Valdelomar, Santa María de Hito, Santa María de Valverde, La Serna, Sobrepenilla, Sobrepeña, Soto Rucandio, Susilla, Villaescusa de Ebro, Villamoñico, Villanueva de la Nía, Villaverde de Hito, Villota de Elines.
En el año 2011, las personas residentes contabilizadas en Valderreible fueron 1.098.
Entre sus monumentos destacan la Colegiata de San Martín en San Martín de Elines, máximo exponente del rico patrimonio románico de la zona. Existente ya antes del siglo X, de influenciamozárabe, fue reconstruida en el siglo XII, la Iglesia rupestre en Cadalso, la Iglesia rupestre de Santa María de Valverde. Es la más destacada de las ermitas rupestres; data de los siglos VIII-X, con una espadaña del siglo XII y situada junto a un cementerio medieval con tumbas también excavadas en la roca, la Iglesia rupestre de San Miguel, de Campo de Ebro, la Iglesia rupestre de Arroyuelos, la Iglesia de San Martín en San Martín de Valdelomar, la Torre de Ruerrero 0 la Torre de Cadalso.
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LOCALIZACIÓN
El Santuario de Nuestra Señora de Las Caldas lo podemos encontrar en Las Caldas del Besaya, junto al Balneario del mismo nombre, en el municipio de Los Corrales de Buelna, situado en pleno centro de la región.
HISTORIA
Los orígenes del santuario se remontan a la Edad Media. Ya en 1604 el Concejo de Barros cede la modesta ermita que allí se situaba a los dominicos del convento Regina Coeli de Santillana del Mar.
Más tarde, en la década de 1660, se decide construir un nuevo templo, cuyas obras duran 18 largos años. Tras sufrir la exclaustración en 1836 durante la invasión napoleónica, la comunidad vuelve a ser reconocida en 1877 y se la eleva a la categoría de priorato.
A partir de 1943, cuando el santuario fue restaurado por última vez, podemos ver el actual edificio, que fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en el año 2002.
ARQUITECTURA
Se trata de un conjunto arquitectónico compuesto por iglesia, claustro y vivienda de los frailes.Así mismo, es de reseñar la excelente biblioteca que custodia el monasterio, que incluye ejemplares del siglo XV.
La iglesia, de estilo barroco, presenta una sola nave con capillas hornacinas laterales comunicadas entre sí, con todas las cubiertas, con bóvedas de cañón con lunetos, y su cúpula, sobre pechinas en el crucero, decoradas con unas yeserías muy características. También podemos contemplar la portada de la iglesia, consistente en una puerta enmarcada con moldura de orejas encima de la cual podemos ver una hornacina con la imagen de Santo Domingo y el escudo de la orden.
Pero lo más destacable artísticamente que podemos encontrar en el santuario está en su interior. Podemos destacar una serie de tablas flamencas de finales del siglo XV atribuidas al “maestro de Santa Gúdula” con temas dedicados a la vida de San Vicente Ferrer. Así mismo podemos señalar también una talla sedente de la Virgen de las Caldas del siglo XIV y otra de la Virgen con el Niño entregando el rosario a Santo Domingo.
Pero sobre todo, lo más importante del santuario es el conjunto de retablos de estilo churrigueresco que datan de entre los siglos XVII y XVIII, únicos en Cantabria. De entre todos, podemos destacar el mayor, obra de Fray Alessandro en el siglo XVI, que muestra una imagen de la patrona. De los seis retablos laterales, al menos una parte de ellos se atribuyen al maestro trasmerano Antonio de Valdecilla y se datan en el siglo XVIII.