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LOCALIZACIÓN
La Torre de Estrada se encuentra situada en el pueblo de Estrada, dentro del municipio más occidental del litoral cántabro, limítrofe con el Principado de Asturias, Val de San Vicente.
HISTORIA
Se estima que el origen de esta torre puede remontarse a los siglos VIII-IX y se sabe que fue reconstruida durante el siglo XIII.
Fue declarada en el año 1992 Bien de Interés Cultural y fue rehabilitada recientemente en el año 2005.
Actualmente, en su se ha ubicado una exposición permanente llamada «Maquis , realidad y leyenda», lo que ha convertido a la torre en un centro cultural sobre la posguerra civil española.
ARQUITECTURA
Se trata de una torre muy singular con unas características únicas en el conjunto de las fortificaciones medievales de Cantabria y que la convierten en el mejor ejemplo de arquitectura civil del municipio.
Esta singularidad no es solamente debido a su original fisionomía de ligera tendencia piramidal, sino también a la conservación de su recinto amurallado, a los restos del foso y a la capilla-fortaleza. Todo el conjunto está situado sobre una peña a modo de “torre de homenaje”.
Se trata de una torre de planta cuadrada, tres alturas sin apenas vanos y con un adarve desmochado. Está construida en piedra de mampostería y estuvo almenada, de hecho, aún se conserva algún resto de las almenas.
Otro de los aspectos que hacen único el conjunto, como hemos dicho, es la capilla anexa que encontramos en el interior del recinto amurallado. Ésta capilla del siglo XIII se encuentra bajo la advocación de San Bartolomé y se trata de un edificio de una sola nave, con ábside de base rectangular y bóveda de cañón.
En el exterior de la capilla podemos destacar los canecillos de tradición románica situados en la cornisa meridional y los escudos de armas de las familias Ceballos y Estrada situados obre el arco apuntado de entrada al templo.
La familia Duque de Estrada fueron durante años los señores más importantes de la zona y eran propietarios de varias torres y otro tipo de edificios.
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El Palacio de San Pedro de las Baheras se encuentra situado en el pueblo del mismo nombre, dentro del municipio de Val de San Vicente, municipio más al oeste de nuestra región y que limita con el Principado de Asturias por el litoral.
El conjunto fue construido en el año 1891 y se trata de un recinto cercado con muro de piedra que alberga en su interior esta casona solariega de estilo típico montañés. Consta de dos alturas, con grandes ventanas-balcón y buhardillón con galería acristalada.
En su fachada principal podemos apreciar el escudo de armas de la familia Escandón, propietarios también de la Casona de los Escandón, en el mismo pueblo de San Pedro de las Baheras.
Adosada a la casa-palacio, vemos otra construcción de dos alturas con una solana de tres tramos entre muros cortavientos.
En la actualidad se encuentra en restauración y es de propiedad privada.
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La Iglesia de Santa Marina la podemos encontrar en el cementerio del barrio del mismo nombre, en el pueblo de San Pedro de las Baheras, dentro del municipio situado más al oeste de nuestra costa, Val de San Vicente.
Esta iglesia fue construida durante el siglo XVI, y actualmente se encuentra en estado de ruina, aunque está prevista su restauración. Aun así, todavía a día de hoy se pueden apreciar los restos del ábside con elementos de distintas tipologías producto de sucesivas reformas.
En su interior, destacaba un retablo lateral entero de piedra que actualmente se encuentra también en ruinas.
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La Iglesia de San Pedro de las Baheras se encuentra situada en el barrio de “El Hoyo”, en el pueblo que da nombre a la iglesia, San Pedro de las Baheras, dentro del municipio de Val de San Vicente, municipio más al oeste del litoral cántabro.
Se trata de un pequeño templo construido en el siglo XVI y rehabilitado hace unos pocos años, que presenta la tipología típica de las iglesias de este periodo en Cantabria, de una sola nave, con capilla lateras y con un soportal que cubre la portalada de ingreso con arco de medio punto.
En su interior, cabe destacar el retablo de la capilla lateral. En sus orígenes, los patrones fueron la Casa de Estrada y la de Noriega.