Qué ver en Molledo
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LOCALIZACIÓN
La Iglesia de San Facundo y San Primitivo se encuentra en el pueblo de Silió, perteneciente al municipio de Molledo, dentro del Valle de Iguña, en la Comarca del Besaya.
ara mediados del siglo XI con cierta seguridad, ya existía un viejo monasterio en Silió. La parte románica que pervive se sitúa en su cabecera, tanto interior como exteriormente, siendo muy sospechosas de no haber sido retocadas las dos puertas, lo mismo que se modificó gran parte de los muros de la nave y una doble arquería que quedo oculta dentro de la sacristía construida entre los siglos XVII – XVIII.
Su puerta principal se encuentra resaltada del muro sur, con un tejadillo apoyado sobre canecillos en su mayoría de proa de nave (de una cronología posterior, es muy probable que la puerta se reformase en épocas subsiguientes, si bien respetando el estilo románico). Dentro de las modificaciones, el muro ha perdido sus canecillos y se le han abierto tres ventanas posteriores a la época románico. El ábside está prácticamente unido al presbiterio, ambos con muros de buena sillería, coronados por canecillos generalmente figurados, reservando para el ábside, los de mayor calidad. El ábside se divide en tres cuerpos: un basamento, una zona de contrafuertes prismáticos y otra superior que consta de tres ventanas, apoyadas sobre una imposta ajedrezada. Destacan los capiteles exteriores de ábside, de una bella factura.
En el interior se percibe su única nave, alta y muy modificada, que por medio de un arco triunfal de medio punto, se abre a toda la capilla principal que plantea una unidad entre presbiterio y cabecera mediante la colocación en bajo de nueve arcaduras ciegas, con guardapolvos de billetes de dos filas. Dichos arcos apoyan en capiteles iconográficos (en su mayoría) y vegetales, aunque bien es cierto, sumamente deteriorados por el incendio que sufrió la iglesia en 1936. También están decoradas con una gran calidad las ventanas interiores del ábside y el arco triunfal.
HISTORIA
El templo que podemos observar hoy en día data de la época de la reina Doña Urraca (primer cuarto del siglo XII) aunque, según algunos documentos antiguos, existía un antiguo monasterio dedicado a San Facundo y San Primitivo en el mismo sitio donde se alza la iglesia, que fue fundado en el año 938 y dedicado a los mismos santos.
La iglesia sufrió una serie de reformas y ampliaciones más adelante, que afectaron, sobre todo, a la sacristía y la espadaña.
Más adelante, ya en el siglo XX, durante la guerra civil, la iglesia fue incendiada y resultaron dañados los capiteles y el ábside.
Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1970.
ARQUITECTURA
Esta iglesia se trata, sin duda, del monumento románico más destacado del Valle de Iguña. Es un templo de una sola nave, con ábside semicircular, en el que destaca, principalmente, la variedad iconográfica en la decoración de capiteles y canecillos.
En su exterior, destaca su entrada principal, situada en el muro sur del edificio, adelantada con respecto al mismo, y que tiene una forma de arco de medio punto, está abocinada por arquivoltas simples de baquetones y la cubre un pequeño tejadillo con canecillos en los que abunda la temática animal; y, sobre todo, el ábside, muy bien conservado y de buenas proporciones.
El ábside se divide en tres calles separadas por tres delgadas columnas apoyadas en contrafuertes. En cada una de ellas hay una ventana con arco de medio punto y doble columna con capiteles. Entre ellas, destaca la situada más a la izquierda, sobre la sacristía, añadida en tiempos barrocos. Tanto en los capiteles de las columnas, como en los canecillos a lo largo de toda la cornisa del ábside, se pueden observar gran cantidad de motivos decorativos de gran belleza.
En el interior del templo, también es el ábside lo que más se puede destacar, pese a los daños sufridos, sobre todo en los capiteles, durante el incendio producido en la guerra civil. Destaca la arcada de 9 arcos de medio punto ciegos que incluyen el presbiterio y los capiteles conservados, con diferentes temas decorativos. Está cubierto por una bóveda de horno y cañón. Lo precede un simple arco toral de medio punto.
Foto de https://www.facebook.com/thcantabria
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La Casa y Torre de Obregón se localiza en el pueblo de Silió, dentro del municipio de Molledo, situado en la Comarca del Besaya, en el corazón de la Región.
Este conjunto de casona montañesa solariega y torre, data del siglo XVIII, construido en plena Edad Moderna en Cantabria.
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La Iglesia Parroquial de Santa Olalla se encuentra en la localidad de Santa Olalla, dentro del municipio de Molledo, municipio más al sur dentro de la Comarca del Besaya, en el corazón de la región.
Se encuentra bajo la advocación de Santa Olalla.
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LOCALIZACIÓN
La Iglesia de Santa Leocadia se encuentra situada en el pueblo de Helguera, dentro del municipio de Molledo, en la Comarca del Besaya.
HISTORIA
En el siglo X se construyó esta iglesia parroquial de Helguera prerrománica, que constituye, junto a Santa María de Lebeña y San Román de Moroso, uno de los pocos ejemplos de arquitectura de repoblación conservados en la región.
Durante los siglos posteriores, la Iglesia de Santa Leocadia sufrió distintas transformaciones, reformas o ampliaciones, como la adición de la sacristía en el siglo XVII o la espadaña.
ARQUITECTURA
Esta iglesia de estilo prerrománico dispone de una sola nave con un ábside mozárabe de planta cuadrada con arco triunfal de herradura y bóveda de cañón. La cubierta, tanto del cuerpo principal, como del ábside, es a dos aguas. En el muro oeste se encuentra la puerta de ingreso adintelada y enmarcada por sillares, sobre ella se dispone una ventana adintelada alargada, también enmarcada por sillares, y coronando este muro, una sencilla espadaña de doble tronera con arco de medio punto y remate en cruz.
En el exterior, destacan los típicos modillones lobulados que decoran la cornisa del ábside, y en el interior, el retablo barroco del siglo XVIII con variada policromía, presidido por una imagen de Santa Leocadia y un busto de Cristo. Dos columnas historiadas enmarcan el sagrario.
También destaca en el exterior el muro sur de la nave, con dos vanos que poseen arco de medio punto. Los vanos del ábside son rectangulares pero en su origen fueron simples troneras. Son interesantes los modillones de rollos decorados con motivos geométricos que soportan el alero del tejado. El ábside está construido en piedra de sillería; la parte anterior del muro es de sillarejo, correspondiente a la primitiva edificación, en tanto que el resto de la fábrica es de mampostería. El interior de la nave se cubre con armadura de madera, mientras que el ábside, lo hace con bóveda de cañón, separando ambos espacios un arco de ligera herradura peraltado