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Qué ver en Riocorvo
Data del año 1804. Es de pequeño tamaño y se encuentra encajonada entre dos viviendas particulares. Su puerta de ingreso, en la fachada principal, se abre mediante un arco de medio punto con dovelas adornadas con motivos vegetales y rematada por un frontón triangular con una hornacina que cobija una figura de Jesucristo. En el tejado se encuentra la espadaña, de una sola tronera, en la que se lee la fecha exacta de su construcción: «AÑO 1804». Fue mandada construir por José y Fernando Vélez de Cossío como capilla particular, de hecho, desde la vivienda contigua se accedía directamente al coro, posteriormente fue donada al pueblo. Como curiosidad, en su fachada pueden apreciarse los impactos de bala producidos durante la guerra civil española.
Esta noble casona de piedra, situada en el Camino Real que unía Reinosa con Santander al comienzo de la calle San José, fue construida en el año 1776 por el Licenciado Antonio Bustamante. Destacan los elementos barrocos de sus cornisas, vanos, peanas y columnas rebajadas en su fachada de sillería, así como la portada formada por una arcada doble de medio punto que da paso al zaguán, sobre la que hay un elegante balcón con barandilla de hierro forjado. Tiene dos plantas de altura más sótano y bajo cubierta, y ha sido reconvertida recientemente en un bonito hotel. La casa también contaba con una habitación para los peregrinos a Santiago de Compostela. Los peregrinos paraban habitualmente en casas de nombres, los cuales estaban obligados a darles comida y un sitio donde dormir. Es por eso que la mayor parte de las casas nobles junto al camino tenían una estancia dedicada a este fin.
Es un edificio de tipología montañesa con fachada de sillería de mediados del siglo XVIII de planta rectangular, tres alturas y cubierta a dos aguas. Fue mandada construir por Juan Manuel Alonso Caballero. Destacan los balcones y el pórtico, formado por dos arcadas de medio punto. Conserva también dos escudos con las armas de la familia Alonso de estilo italiano, labrados en piedra, con figuras de altorrelieve: Un busto con celada y yelmo, dos heraldos tocando la trompeta, dos leones raspantes, y la representación del dios de la lluvia azteca (que según la tradición indígena, aseguraba una buena cosecha).
En la actualidad parecen dos viviendas separadas por un cortavientos y una cerca.
Esta edificación que se halla a la salida del pueblo en dirección a Reinosa data del siglo XVIII. Tiene tres alturas. De sus tres alturas, las dos primeras son de sillería, ocupando el piso superior una balconada de madera de cinco tramos con barrotes torneados de madera y sostenida por seis ménsulas apoyadas en sillares. Bajo esta solana, junto a la puerta principal, hay unos curiosos balcones «de púlpito», típicos del siglo XVIII de los cuales toma nombre la casa.