Qué ver en San Martín de Quevedo
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LOCALIZACIÓN
La Torre de Quevedo se alza en el pueblo de San Martín de Quevedo, en el municipio de Molledo, frente a la iglesia románica de San Martín, en el corazón del Valle de Iguña, en la Comarca del Besaya.
HISTORIA
Esta torre data de finales del siglo XIV – principios del XV.
En 1992 fue reconocida como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento.
ARQUITECTURA
Esta torre es un buen ejemplo de la característica vivienda-fortaleza tan habitual en Cantabria: maciza, robusta, cerrada, de planta cuadrada y provista de elementos defensivos.
Se encuentra construida con muros de mampostería y reforzada con sillería en los esquinales. Tiene cuatro plantas y una cubierta a cuatro aguas en la que se ha abierto una buhardilla en una reciente restauración del inmueble.
Es un buen ejemplo de torre defensiva-vivienda. Su origen se remonta a los siglos XIV-XV, si bien la casa de los Quevedo en el Valle de Iguña pudiera remontarse al siglo VIII, fundada por Diego González de Iguña (también llamado «de Quevedo»). La tradición atribuye a Don Diego la hazaña de cerrar el paso a los ejércitos moriscos en Campoó: «Yo soy aquel Que-vedó el que los moros entrasen, y desde aquí se tornasen, porque así lo quise yo». Pese a las reformas la torre conserva elementos defensivos (soportes de matacanes, aspilleras).
Foto de https://www.facebook.com/thcantabria
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LOCALIZACIÓN
El Caserío Redondo se encuentra situado en la junta vecinal de Casares, localidad de San Martín de Quevedo, dentro del municipio de Molledo, en la Comarca del Besaya.
HISTORIA
Este caserío fue construido durante la primera mitad del siglo XIX y el 11 de Marzo de 2002 fue incluido en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria como Bien Inventariado.
ARQUITECTURA
Este curioso edificio de planta circular con las paredes maestras dispuestas a modo de anillos concéntricos, está construido en piedra de mampostería, excepto en vanos y puertas, que son de sillería, y tiene cubierta de teja árabe a un agua.
El caserío consta de dos plantas, la cuadra en la planta baja y el pajar en la planta alta, y tiene un edificio adosado al lado sureste destinado a vivienda del pastor, con unas características arquitectónicas similares a las del edificio principal, lo que dota al conjunto de gran unidad funcional. Esta vivienda adosada se comunica mediante una puerta, directamente con la cuadra.
El Caserío Redondo es una peculiar estabulación ganadera levantada con soluciones arquitectónicas «muy audaces» a principios del siglo XIX. Su construcción supuso un hito en las explotaciones ganaderas de Cantabria. Su planta, a excepción del anexo destinado a habitación, es circular con las paredes maestras dispuestas a modo de anillos concéntricos, y siendo más elevada la interior con el objeto de conseguir la necesaria inclinación de la cubierta, que es de teja árabe a un agua. Toda la estructura es de madera.
Además de la cuadra, que es el edificio circular, el caserío se compone de un anexo situado al sureste, destinado a vivienda del pastor o aparcero, y de una socarreña con el muro de piedra en seco. Las características constructivas de esta casa adosada son similares a las del cuerpo principal, por lo que todo el conjunto se distingue por su unidad funcional. Dispone de cocina, dos habitaciones y un acceso directo a la cuadra. Por las características arquitectónicas y usos pecuarios, señalan desde Hispania Nostra, el Caserío Redondo «puede haber sido construido en la primera mitad del siglo XIX».
Se trata de un bien inventariado, según la resolución del 11 de marzo de 2002 del BOC 21 de marzo 2002 Nº 55, y se encuentra en estado de avanzado deterioro. Actualmente, las cubiertas están derrumbadas.
Teresa Montero, alcaldesa socialista de Molledo, reconoce que el Caserío redondo es «una propiedad privada» y que aunque han existido varios intentos en el pasado de convencer a los propietarios para evitar que prosiguiera el deterioro del inmueble, «éstos no han surtido efecto». «Nada más se puede hacer desde el Consistorio», señala.
Lista Roja la Asociación Hispania Nostra
En mayo de 2018 tuvo el dudoso honor de entrar en la lista roja de la Asociacion Hispana Nostra. Esta lista que recoge numerosos ejemplos de lo que «no debería ocurrir con el patrimonio histórico y artístico español», señalan desde la asociación. En el caso de Cantabria, la misma incluye en estos momentos 24 construcciones o espacios naturales que se encuentran «amenazados por un riesgo grave de destrucción, desaparición o pérdida irreversible de sus valores patrimoniales».
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La Iglesia de San Martín de Quevedo se encuentra ubicada en el pueblo de San Martín de Quevedo, de ahí su nombre, que se encuentra, a su vez, dentro del municipio de Molledo, en la Comarca del Besaya.
Poco se puede atisbar de su historia, aunque parece oscilar bajo las órbitas del monasterio de Cervatos o de Santillana; incluso, haber sido iglesia particular de la casa de Quevedo. En ciertos aspectos, como los canecillos, posee un parentesco con el estilo de Cervatos, sin que se pueda ir más allá de una influencia indirecta de los maestros de la Colegiata campurriana sobre los que labran en Quevedo.
Es un monumento reducido, humilde y popular, de una sola nave, presbiterio y ábside circular. Estas dos últimas partes del edificio se conservan casi intactas en su fábrica románica, habiéndose modificado, por contra, parte de los muros de la nave mediante reformas y añadidos. La transformación de los muros se debe a la colocación de las capillas en la zona sur, quizás debido a la ruina del muro norte, que ha perdido también sus antiguos canecillos románicos. Tanto el ábside, como los muros del presbiterio, llevan sillería perfectamente terminada. Culminan con una cornisa prismática, sin decoración alguna, sostenida por canecillos. El ábside no tiene ventana románica y tampoco los muros del presbiterio. Destaca también la inexistencia de contrafuertes.
Dentro, están bien conservados el ábside y el presbiterio, así como el arco triunfal. El resto de los muros de la nave son en parte románicos, pero han sido destrozados por las reconstrucciones posteriores. El ábside se cubre con bóveda de cascarón en arco de medio punto. El arco triunfal, también de medio punto, es doblado y apoya sobre fuertes cimacios con decoración en ambos lados de palmas, inscritas en semicírculos. El capitel izquierdo, intacto, está formado por cabezas masculinas, con luengas barbas; el derecho, lleva dos parejas de aves afrontadas que sostienen ambas, peces. La ventana interior del ábside lleva también dos capiteles decorados. Conserva en el baptisterio la pila románica decorada con arcos de medio punto que apoyan en cimacios simples. En las enjutas de estos arcos hay emblemas destacando un árbol, un pájaro, un martillo, una hoja, etc.
Este templo románico fue construido en el siglo XII y es la iglesia parroquial del pueblo de San Martín de Quevedo. Posteriormente, en el siglo XVIII, la iglesia sufrió una reforma en la que fue ampliada con la construcción de varias capillas en el muro sur.
Destaca el ábside decorado con canecillo y capiteles con motivos eróticos semejantes a los de la Colegiata de San Pedro de Cervatos. En el entorno del templo se descubrieron restos de una necrópolis de la alta edad media con tumbas de lajas.