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Qué ver en Val de San Vicente
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La Cueva del Rejo se encuentra situada en la localidad de Luey, dentro del término municipal de Val de San Vicente, el más occidental de la costa cántabra.
En esta cueva, se localizaron múltiples hachas, raspadores, etc., pertenecientes a la época Magdaleniense, dentro del Paleolítico Superior.
La Cueva del Rejo se formó como consecuencia de los procesos cársticos sufridos por las rocas calizas que se asientan sobre los terrenos del municipio y sus alrededores, conocidos como las Sierras Planas. La filtración del agua a través de las fisuras de éstas rocas es lo que ha generado este tipo de cavidades.
Esta cueva es, además, el mayor nido de murciélagos de Cantabria, con más de 500 ejemplares de seis especies distintas, regularmente, lo que la convierte en un lugar de gran interés para naturalistas y biólogos especializados en la especie.
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La Cueva del Cueto se encuentra situada en la localidad de Pechón, dentro del término municipal más occidental de la costa cántabra, Val de San Vicente.
Se trata de una pequeña cavidad en la cual se aprecian restos de estructuras deformadas por varias líneas de murallas de carácter defensivo que delimitan un recinto defensivo que se data en la Edad del Hierro.
Se encuentra situada en un bello paraje desde el cual se logra el control visual del Nansa en Tina Menor.
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La Cueva de las Cabras se encuentra ubicada en la localidad de Luey, en el municipio más occidental de Cantabria, limítrofe con el Principado de Asturias por la costa, Val de San Vicente.
En esta cueva, descubierta en el año 1907 por Herminio Alcalde del Río, se localizaron una costilla grabada y utensilios de hueso, pertenecientes a la época Magdaleniense, dentro del Paleolítico Superior.
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La Cueva de la Fuente del Salín la podemos encontrar en el pueblo de Muñorrodero, situado en el municipio más occidental de la costa cántabra, Val de San Vicente.
La cueva tiene un trazado bastante laberíntico y sólo se puede acceder a ella en épocas de sequía debido a que en su entrada se encuentra la desembocadura de un río subterráneo.
La cavidad fue descubierta en 1985 por miembros de la Sociedad de Actividades Espeleológicas de Cantabria (SAEC), y constituye un importante yacimiento arqueológico.
En la sala en la que se descubrieron los restos arqueológicos (industrias líticas y óseas) que se dataron con el carbono 14 en el periodo Gravetiense (hace 22.340 años), dentro del Paleolítico Superior, se encontraron también una serie de interesantes manifestaciones artísticas en las paredes.
En total, el conjunto está compuesto por una serie de 14 manos en negativo y 2 en positivo, así como diversos puntos aislados y en grupo. Todo ello pintado sobre la pared de roca con un característico pigmento rojo.
La Cueva de la Fuente del Selín fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 2000.